Arantxa González Goenaga

El amianto sigue matando

Efectivamente, cada semana aparece alguna persona  muerta por haber trabajado hace muchos años con este producto y nos arrebatan al marido, a la mujer, al padre, etc. como mató a mi marido Kaxiano Castro hace ya cinco años y no hay derecho, porque estaba disfrutando de la vida plenamente y en plena salud. Cada vez que voy dónde están sus cenizas, o veo una foto suya, o la playa, o el monte que tanto le gustaban, a sus hijos que tanto quería y a sus nietas que las adoraba, me sigue entrando una dura congoja y no hay derecho a que las empresas no pongan las medidas preventivas sólo por ganar más dinero y encima a veces la Seguridad Social a algunos les nieguen la declaración de enfermedad profesional. ¡El colmo!

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