Pablo Navarro Lekanda «Patili»
Militante de Sortu

Leer en la niebla

Son tiempos de niebla, oportuna metáfora de la incertidumbre, donde los colores, las formas se difuminan y nos convertimos en sombras caminantes e irreconocibles detrás de nuestras mascarillas.

Maite ditut/ maite/ geure bazterrak/ lanbroak/ izkutatzen dizkidanean...


No domino el euskara (belarriprest naiz eta ahobizi pixka bat ere bai) pero disfruto mucho oyendo a Mikel Laboa cuando canta el bello poema de Artze "Gure bazterrak".

Son tiempos de niebla, oportuna metáfora de la incertidumbre, donde los colores, las formas se difuminan y nos convertimos en sombras caminantes e irreconocibles detrás de nuestras mascarillas. Vivir en ella es también uno de los síntomas de los que algunos llaman el síndrome de la fatiga pandémica y que con mayor o menor intensidad la sufrimos todas, pero que al mismo tiempo nos ayuda a descubrir esos rincones ocultos que hasta ahora desconocíamos de nosotros mismos. Unos positivos, otros negativos pero que nos ayudan, si no a ser mejores, sí al menos distintos.

Leer también hace más soportable esa fatiga. Uno de los libros que he leído en este periodo ha sido "La misteriosa llama de la reina Loana" de Humberto Eco. Es ante todo un alegato a favor de la memoria, concretamente de la memoria histórica italiana. Su protagonista es un hombre que, tras muchos años en estado de coma, recupera el conocimiento y trata de indagar sobre su pasado, su identidad y... sus rincones. Para ello recupera periódicos y revistas de aquella época –la Italia fascista de Mussolini–: sellos, postales, juguetes, panfletos gubernamentales y de la oposición, tebeos, cómics... También historias de sus antepasados, de los más recientes y de los remotos, de sus antiguos amigos, de su adolescencia, de sus anhelos y de sus amores imposibles. Curiosamente otro de los protagonistas de la novela es precisamente la niebla que en un momento de su vida se convierte en una obsesión hasta el punto de, sin saber por qué exactamente, recopilaba frases y poemas que hacían alusión a ella. Fue precisamente en una noche de espesa niebla cuando el protagonista, siendo un adolescente, vivió unos dramáticos sucesos al tratar de liberar junto a otros jóvenes del pueblo a unos prisioneros de unas milicias fascistas.

Hace unos días paseando por la ciudad vi unos carteles que nos invitaban a leer cómics con un dibujo de Mundina, de una estética underground de los 70. Se trata de una campaña institucional apoyada por el colectivo Atiza que se dedica a promocionar este bello arte del que soy un gran admirador. Allá por los 80-85 tuve una gran pasión por los cómics y guardo con cariño una colección que últimamente estoy releyendo con el mismo entusiasmo de entonces. Ediciones de Totem, Metal-Hurlant, Rambla... autores como Moebius, Prat, Manara, Corben, Battaglia, Grillon, Segrells, Jeronaton, Comes, Vance, Bourgeon, Beá... historias de ciencia-ficción, aventuras exóticas, terror, suspense, erotismo, underground, mitología... Muchas de ellas autenticas joyas. Releer, por ejemplo, unas adaptaciones de relatos de Edgar Allan Poe y concretamente "La caída de la casa Usher" oyendo al mismo tiempo "The dark side of the moon" de Pink Floyd ha sido uno de los mejores momentos en estos días. Ya más recientemente también disfrute con "Black is Beltza" y espero con expectación la versión en formato de cómic del "Proceso de Burgos".

Por ultimo una anécdota: revolviendo entre los cómics en uno de ellos entre sus páginas me encontré un boletín interno de HASI concretamente un "Barnekoa" nº 6 de abril de 1985 y no pude evitar fotografiarlo y enviarlo a un grandísimo y querido compañero de muchas batallas, expreso político y padre de un preso político, al que me respondió con un emotivo «qué tiempo tan feliz». Y así era, a pesar del humo y del plomo... pero sin niebla.

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