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«Conseguir unir todas las izquierdas para trabajar en común… eso sí sería hacer país»
La jurista Miren Gorrotxategi (Abadiño, 1967), candidata a lehendakari de esta formación, ha reivindicado en NAIZ Irratia la una unión de fuerzas sobre el eje de la izquierda y asegura que el espectro político de su grupo es amplio en la CAV.
«Conseguir unir todas las izquierdas para trabajar en común… eso sí sería hacer país»
Para ustedes, estas elecciones vienen condicionadas por los movimientos en precampaña. Las encuestas prevén que el desentendimiento entre Podemos y Sumar y su presentación en bloques separados se reflejará en los resultados; según Aztiker, Elkarrekin Podemos lograría solamente un escaño. ¿Cómo enfrentan esta situación?
Nosotras sabíamos que presentarnos por separado nos perjudicaría y, justamente por ello, y en un ejercicio de responsabilidad, pensamos que era imprescindible intentar de todas las maneras ir juntos. No ha sido posible porque la otra parte no ha querido. Ahora, nosotras seguimos nuestro camino con mucha energía e ilusión. Hay muchas encuestas de varios tipos, nosotros nos centramos en EiTB Focus, ya que la ha realizado un medio público. Esta encuesta prevé que conseguiremos grupo parlamentario. Además, las encuestas no nos suelen favorecer y la realidad nos suele dar un pequeño empujón después. Yo creo que desempeñamos un papel muy importante en la sociedad en general, y en estas elecciones en particular. Nuestro eje es la izquierda y creo que somos los únicos que lo estamos reivindicando.
Si en los comicios pierden escaños, ¿cuáles serán las consecuencias?
En política siempre hay ondas, movimientos y momentos. La realidad cambia, el sentir de la sociedad cambia, y la situación política también, por lo que a veces toca subir y otras bajar. Lo que se necesita es un proyecto claro y nosotras lo tenemos, y creo que la gente lo conoce. En estos diez años, tanto cuando hemos estado en el gobierno como desde la oposición, hemos mostrado quiénes somos y lo que estamos dispuestas a hacer.
Ha llamado la atención que Recortes Cero, grupo que varias personas consideran que es una secta, les haya mostrado su apoyo. ¿Qué opinión le merece esto?
Yo creo que Recortes Cero es muy claro, como su propio lema indica: «Recortes cero». Esto hace referencia a una situación de privatización, a no utilizar el dinero público para el bienestar social. Yo no diría que es una secta, es una organización, y simplemente tenemos la ayuda de un grupo que hace suyo ese lema.
Han criticado una eventual unión entre PNV y EH Bildu.
Es que no lo entendemos, y además creemos que sería traicionar a la izquierda, engañarla. Me imagino que los votantes de EH Bildu estarán sorprendidos. Se quiere superar el modelo económico neoliberal que llevamos arrastrando durante 40 años y que nos ha traído hasta aquí, con recortes públicos, los altos precios de la vivienda, el medio ambiente desprotegido, estando como está Osakidetza… decir en este contexto que el socio que quieren en el Gobierno es ese mismo PNV, apostar por mantener esa pieza en el Gobierno, no se entiende. Y menos en un momento en el que EH Bildu dice que estamos ante un cambio de ciclo político y que es posible ganar estas elecciones y llegar a Lehendakaritza. En vez de contraponer modelos políticos, que es lo que EH Bildu debería estar haciendo como partido de izquierdas, está intentando unir modelos. Imagina que EH Bildu gana las elecciones y gobierna con PNV. ¿Qué Gobierno sería ese? ¿Cuál sería su modelo político? ¿De izquierdas? ¿De derechas? ¿En algunos temas de izquierdas, en otros de derechas? ¿Qué significaría ir juntos para Osakidetza, para la educación, para el medio ambiente o para el feminismo?
El actual Gobierno, con PNV y PSE, también se conforma de modelos contrapuestos.
Sí, pero nosotras ya sabemos cuál ha sido siempre el papel del PSE, y lo hemos denunciado muchas veces: el PSE es la muleta del PNV. Entonces, ¿qué quiere EH Bildu? ¿Ser la muleta de PNV? Se ha dicho muchas veces que EH Bildu se está ‘podemizando’, pero ahora podemos decir que se está ‘peneuvizando’.
«No somos pequeños. Somos grandes y somos muchas. Lo que pasa es que a veces esa grandeza no se distingue porque la gente se queda en casa»
¿Cómo vería un tripartito entre EH Bildu, PSE y Elkarrekin Podemos?
Pues muy bien. Euskadi, la sociedad vasca, es una sociedad de izquierdas. Lo que pasa es que, aquí, la izquierda es muy plural, hay diferentes izquierdas. Pero compartimos lo más importante: la visión sobre los servicios públicos y el bienestar social. Conseguir unir todas las izquierdas para trabajar en común… eso sí sería hacer país. Creo que es algo que debemos a la sociedad vasca.
¿Temen que los votantes de Elkarrekin Podemos se decanten por EH Bildu?
Tememos más a la abstención, a la desmovilización. Sabemos que nuestro modelo político, nuestra manera de entender la izquierda, es amplio en Euskadi. No somos pequeños. Somos grandes y somos muchas. Lo que pasa es que a veces esa grandeza no se distingue porque la gente se queda en casa. Nuestro reto es que nadie se quede en casa. Es lo que más nos preocupa.
¿La abstención merece una reflexión más allá de siglas políticas?
La desafección política, ¿cuándo se da? Cuando el pueblo no ve que sus intereses estén representados en las instituciones y cree que da igual a quién votar, porque las cosas seguirán igual. Nuestro reto es explicar lo contrario: no da lo mismo quién gobierne.
¿Qué trae de nuevo Imanol Pradales en comparación con Iñigo Urkullu?
No lo sé, pero estoy algo preocupada, porque a Urkullu jamás le he oído decir que el Guggenheim de Urdaibai se realizará sí o sí. Pradales sí lo ha dicho y eso me preocupa mucho. Venimos de un Gobierno que ha aplicado políticas neoliberales y no sé yo si Pradales no es más neoliberal aún… es más, podemos decir que es un neoliberal sin complejos.
EH Bildu y PNV apuestan por retomar la ponencia sobre el nuevo Estatus. ¿Cuál sería la posición de Elkarrekin Podemos en esta materia?
Las políticas públicas se hacen desde el Gobierno y, las leyes, desde el Parlamento. Las ponencias para el autogobierno se hacen en el Parlamento, no en las elecciones. Lo que vemos es que, en las elecciones, unos y otros reivindican el autogobierno, pero durante estos últimos cuatro años en el parlamento no se ha oído nada de esto. Yo misma pedí abrir la ponencia sobre el autogobierno y no tuvo éxito ni para unos ni para otros.
«El 90% de nuestras propuestas se recogieron en el acuerdo [sobre educación]. Reivindicamos la maternidad de ese acuerdo»
La Ley de Educación ha suscitado mucho debate. Recogen en su programa que si llegaran a gobernar derogarían la ley actual, que no tiene más que unos pocos meses de vida, para presentar otra. ¿Buscarían el consenso entre diferentes partidos?
Sin duda. El primer texto que se presentó era muy literario, sin apenas concreciones. Y nosotros dijimos que si querían que estuviera nuestra firma, necesitábamos concretar más. Hicimos nuestras propuestas y el 90% de ellas se recogieron en el acuerdo. Por tanto, reivindicamos la maternidad de ese acuerdo. ¿Qué sucedió con la ley? Que no se cumplió el acuerdo. Ayer mismo [el jueves], Pello Otxandiano afirmó que la Escuela Pública Vasca es estatal. ¿Cómo estatal? ¡La Escuela Pública Vasca es nuestra! Es la escuela que más euskalduniza. Este tipo de declaraciones me preocupan.
Hablemos de algunos problemas en Osakidetza: largas listas de espera y una gran tasa de eventualidad. ¿Cómo se solucionan?
Con planificación, para empezar, justo lo que no ha hecho este gobierno en muchos años. Sabían desde hace mucho tiempo que las jubilaciones vendrían y no aplicaron ninguna medida. ¿Porqué? Porque no han tenido interés, porque el interés lo han puesto en privatizar, en externalizar… por lo tanto, ¿qué hay que hacer? Tomarse Osakidetza en serio y gestionarla de una manera clara y transparente.
Ya que es experta en Derecho constitucional; en el Estatuto de Gernika hay 31 competencias sin transferir, ¿se puede acelerar el proceso?
Fuimos los primeros en convertirnos en comunidad autónoma y en registrar el Estatuto junto con Catalunya. Y, salvando a Galicia, somos los únicos que no lo hemos reformado en más de 40 años. Es verdad que aún está por cumplirse, ¿cómo es posible? Porque los gobiernos vasco y español han convertido las transferencias en herramientas de negociación, en monedas de cambio. Eso no se puede tolerar.